¿Quiere vivir con tranquilidad y con plenitud su jubilación? En este blog le explicamos cómo conseguir una renta vitalicia por su vivienda, clave a la hora de vivir el resto de su vida sin sobresaltos.
España sigue siendo un país de propietarios. Por lo que es probable que, si hoy en día está jubilado, con la pensión que sea, disponga al menos de un techo en propiedad, cuya hipoteca ya terminó de pagar hace años y que le puede sacar mucho rendimiento.
Para superar plenamente esta etapa y disfrutar de la vida hasta el último momento, la complementación de las pensiones es la clave. Si pone a la venta su vivienda espaciosa y bien ubicada, probablemente atraerá a muchas personas interesadas. Pero posiblemente no quiera vender ahora mismo, no quiere cambios tan drásticos en este momento. Es por eso que es posible que le resulte interesante la idea de que su propiedad le brinde algo un poco especial: una anualidad vitalicia para su hogar.
Empiezas a consultar y encuentras muchas opciones en esta línea. ¿Qué supone cada una?
Existe un préstamo bancario llamado hipoteca inversa. Esto permite a las personas mayores de 65 años utilizar su vivienda como garantía y recibir pagos mensuales durante un período de tiempo determinado, independientemente de si pueden cubrir su vida. Es necesario enfatizar este último punto. Es posible que viva más de lo esperado y supere el plazo de su contrato. Y si tiene la mala suerte de tener sólo un modesto subsidio de subsistencia, sus herederos pueden tener la oportunidad de recomprar la parte ya pagada por el banco. Aunque puede que no les vaya bien en ese momento…
Si bien, esta puede ser una opción que vale la pena considerar, las tasas de interés suelen ser mucho más altas que las de un préstamo hipotecario estándar. Por otro lado, los ingresos que reciba dependen del valor estimado de su vivienda y pueden no coincidir con el valor de mercado. De hecho, los propietarios que eligen esta opción en España sólo cobran de media el 18% del precio de la vivienda.
Otra opción, mucho más de moda, es la venta de la nuda propiedad. La nuda propiedad es el derecho a poseer una propiedad, pero no el derecho a usarla o disfrutarla. Vender es una solución muy segura para personas que cuentan con recursos económicos y seguridad jurídica suficientes para seguir viviendo en su vivienda. Incluso si el inversionista no tiene interés en que sus herederos vuelvan a comprar la propiedad más adelante, asegúrese de que el contrato les impida usar la propiedad hasta que usted muera. Además, compartes con él los gastos del inmueble, pues, aunque seguirá pagando sus consumos de agua, luz y gas, los costes asociados a la propiedad (IBI, comunidad, derramas…) irán a su cargo. Por último, no está obligado a vivir en el inmueble. Puedes alquilarlo a terceros si lo considera oportuno.
¿Y cuánto vale la nuda propiedad de su vivienda? ¿Cuánto menos que el precio de venta en el mercado inmobiliario? ¿Cómo se cobra? ¿De una sola vez, o se piden tanto un ingreso inicial como una renta vitalicia? Dependiendo de los intereses del vendedor y del inversor se pueden celebrar diferentes contratos. Por ejemplo, puede anunciar una venta con condiciones para atraer a los inversores adecuados. Hay muchas empresas que tienen inversores con intereses específicos en sus carteras que ya ofrecen una fórmula beneficiosa para todos que funciona para usted. En Gaudi House te asesoraremos sobre las opciones disponibles y cuál debe elegir en su caso. Queremos que consiga lo que busca en los mejores términos posibles, y le ofrecemos el apoyo de experimentados profesionales inmobiliarios cuyos principales valores son la eficiencia y la transparencia.
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