
Con una situación geográfica privilegiada, en la provincia de Girona, con los vientos del Mediterráneo como la Tramuntana y la erosión del mar, lo han convertido en un lugar único, que te aseguramos, engancha y mucho por sus increíbles paisajes ubicados entre Blanes y el Faro de Cap de Creus, en los que se esconden un sin fin de calas de aguas turquesas, paseos por históricos Caminos de Ronda bordeando el mar y escarpados acantilados, antiguas poblaciones de pescadores y una gastronomía con protagonistas como el pescado y marisco fresco, que lo convierten en uno de los mejores lugares del mundo para vivir.
Aunque cualquier momento es bueno para conocer la Costa Brava, si la visitas entre los meses de mayo a junio y de septiembre a octubre, podrás disfrutar de sus playas sin tanta masificación además de conseguir precios de alojamiento más asequibles que si lo haces en julio y agosto.
Basándonos en la experiencia de recorrer este tramo de costa en multitud de ocasiones, ya sea haciendo alguna ruta por la Costa Brava en coche o pequeñas excursiones desde Lloret de Mar de un día, localidad en la que vivimos actualmente, te dejamos una guía con las mejores experiencias y lugares que visitar en la Costa Brava, que estamos seguros superarán todas tus expectativas. ¡Empezamos!
1. Visitar Cadaqués
Visitar Cadaqués, el pueblo más bonito de Cataluña y según el genial Salvador Dalí, el pueblo más bonito del mundo, es una de las mejores cosas que hacer en la Costa Brava.
Rodeado y aislado por el paisaje del Parque Natural del Cap de Creus, Cadaqués todavía conserva todo el encanto de un antiguo pueblo de pescadores gracias a la buena conservación de sus calles estrechas y sus casas blancas, además de contar con un precioso paseo marítimo en el que puedes ver barcas de madera de colores reposando en la arena de sus calas.
Entre las muchas actividades que puedes hacer, destacan el paseo hasta Port Lligat para visitar la casa museo de Salvador Dalí, hacer una ruta a pie hasta el faro de Cap de Creus o hasta el faro de Cala Nans, experiencias que estamos seguros, no olvidarás.
2. Bañarse en alguna de sus mejores calas
Si hay algo de lo que puede presumir la Costa Brava es de us calas de aguas cristalinas que se han ido formando durante siglos por la erosión del mar y el viento entre rocas de los abruptos acantilados del litoral gerundense.
Algunas de estas calas, rodeadas de pinos y verde vegetación, se mantienen muy poco masificadas gracias a su ubicación relativamente aislada, que obliga a hacer una larga caminata, para alcanzarlas.
El resto, que son de más fácil acceso, suelen estar más concurridas sobre todo en temporada alta, por lo que es prácticamente imprescindible llegar a primera hora de la mañana si quieres encontrar parking cerca de la arena.
Alguna de nuestras playas favoritas son Cala Trons y Cala Sa Boadella, situadas entre las mejores playas de Lloret de Mar, aunque tampoco puedes perderte: Cala Aigüa Xelida (Tamariu), Cala Illa Roja (Begur), Cala Estreta (Palamós), Cala Pola (Tossa de Mar), Cala Sa Tuna (Begur), todas ellas en la lista de las playas de la Costa Brava más imprescindibles, perfectas para practicar snorkel o simplemente pasar un relajado día de sol y playa.
3. Probar la gastronomía
Otra de las mejores cosas que hacer en la Costa Brava es degustar su gastronomía en la que predomina el marisco y el pescado fresco, además de platos de la cocina tradicional catalana. El suquet de peix, las gambas de Palamós o las anxoves de l’Escala son solo algunos de sus platos más típicos, que te aseguramos, no olvidarás.
Además te recomendamos no dejar de degustar la paella, un pescado o marisco fresco en alguna de las muchos restaurantes con terraza que se encuentran a primera línea de mar como Cala Joncols en Roses, El Vaixell en Llançà, Sa Tuna en Begur o el Talla en Cadaqués.